En general, hay una actitud cordial hacia los grupos pequeños incluso entre personas que van a la iglesia que no participan en ellos. Entonces, ¿qué es lo que impide que algunas personas que van a la iglesia actúen en función de este interés? La encuesta de Barna hizo varias preguntas a los no asistentes para explorar sus esperanzas, dudas y preferencias en lo que respecta a los grupos pequeños. Las respuestas de estas personas que van a la iglesia resaltan algunos de los desafíos que pueden obstaculizar las relaciones y el discipulado en las congregaciones de hoy. Estos son algunos temas que vemos en los datos que pueden ayudarlo a comprender mejor las posibles barreras para la participación en grupos pequeños:

• Falta de tiempo: Una de las principales causas de reticencia entre las personas que van a la iglesia que no forman parte de grupos pequeños es una que probablemente conozcas bien: el ajetreo. “Estoy demasiado ocupado y no tengo tiempo” es la razón número uno por la que una persona que va a la iglesia no participa actualmente en un grupo (19%). De manera similar, y justo debajo de esta opción, el 15 por ciento elige “No puedo reunirme cuando se ofrecen grupos pequeños”.
• Falta de compromiso: El ajetreo está relacionado con otra respuesta como el principal obstáculo: uno de cada cinco responde “No soy tan activo en mi iglesia”. Los líderes de la iglesia también perciben el impasse de la baja participación. Los pastores que sienten que su ministerio de grupos pequeños es débil señalan “la falta de compromiso” como la principal razón por la que un grupo pequeño puede tener un desempeño deficiente, incluso más que otros problemas operativos o fallas.
• Falta de comodidad: En comparación con las generaciones anteriores, las generaciones más jóvenes son más propensas a decir que no están en un grupo pequeño porque creen que no encajarían, se sienten intimidadas, temen que las lastimen y les preocupa que no les caigan bien a las personas. Estos patrones son válidos tanto para los hombres como para las mujeres, aunque los hombres jóvenes en particular sienten que no encajarían o incluso que las personas no se llevarían bien con ellos, mientras que las mujeres jóvenes en particular dicen: "No conozco a nadie que vaya a un grupo pequeño y no quiero ir sola".
• Falta de conciencia: Entre las personas que van a la iglesia que actualmente no forman parte de un grupo pequeño o de un estudio bíblico, más de una quinta parte (22%) le dice a Barna que en realidad no están seguros de si su iglesia ofrece algo así. Esta incertidumbre aumenta entre los feligreses más jóvenes y entre los que pertenecen a iglesias más pequeñas.

Estas barreras representan una combinación de problemas prácticos y sociales. Pero cuando las iglesias abordan estas fricciones, hacen más que simplemente aumentar la probabilidad de asistencia a grupos pequeños; contribuyen a establecer relaciones que, como lo expresa Ed Stetzer en el informe de Barna Discipleship in Community, “iluminan la esperanza y se convierten en una herramienta poderosa para el Reino”.

Este comunicado forma parte de la iniciativa Estado de la Iglesia de Barna y Gloo. Puede encontrar más tendencias e historias relacionadas con el poder de la comunidad exclusivamente en Barna Access Plus.

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