Por Brett McCracken, Senior Editor de la Gospel Coalition

Distinguiendo lo Bueno de lo Malo

En nuestra sociedad de consumo, donde la sabiduría popular dice que debemos ser leales a productos o marcas solo en la medida en que satisfagan nuestras necesidades y gustos, es fácil que los miembros tengan un umbral muy bajo para abandonar una iglesia. La predicación pierde algo de brillo. El ministerio infantil no es tan divertido como podría ser. El peinado del líder de alabanza se vuelve molesto. Hay muchas malas razones para dejar una iglesia. Pero ¿cuáles son algunas razones legítimas para dejar una iglesia? Aquí hay siete:

1. La iglesia abandona la ortodoxia.

Si su iglesia empieza a evadir la ortodoxia, priorizando la relevancia cultural o las iniciativas del evangelio social por encima de la sana doctrina y la autoridad bíblica, busque otra iglesia. A veces, una iglesia abraza la herejía abiertamente y lo dice con claridad, pero con mayor frecuencia, el alejamiento de la ortodoxia es una serie lenta y difícil de discernir de pequeñas concesiones. Si ve que su iglesia se encamina en esa dirección y no presta atención a sus señales de alarma, salga cuanto antes.

2. La iglesia se centra más en la política que en Jesús.

Si perteneces a una iglesia que cede a la tendencia cultural actual de que "la política lo es todo", priorizando el activismo político por encima de la adoración a Jesús y la proclamación del evangelio, deberías buscar otra iglesia. Una iglesia que se interesa más en promover la agenda de un partido político que en la misión de Dios no es una iglesia donde deberías quedarte.

3. Falta de transformación.

Las iglesias no están destinadas a ser instituciones inertes donde nada ni nadie cambia. Al contrario, una iglesia debe ser un organismo vivo y en crecimiento donde el Espíritu Santo santifica a los creyentes, transforma vidas y comunidades. Si su iglesia nunca ve a personas salvarse o bautizarse, si los miembros de la iglesia nunca crecen, y si nada en la ciudad circundante mejora gracias a la iglesia, quizás sea hora de buscar una nueva iglesia.

4. Vives demasiado lejos.

Quizás te has mudado un poco más lejos de tu iglesia y la distancia empieza a dificultar tu conexión con ella. Te das cuenta de que asistes a menos eventos de la iglesia y conoces a menos personas en tu vecindario que conozcan tu iglesia. En cuanto a la iglesia, la proximidad es importante. Si no hay coincidencia entre las personas con las que te reúnes y las que viven en tu vecindario o ciudad, podría ser una buena razón para buscar otra iglesia.

5. No tienes oportunidad de servir.

Todo miembro de la iglesia debería servir en su iglesia de alguna manera, ya sea recibiendo invitados, recogiendo la ofrenda, enseñando en la escuela dominical o ayudando de alguna otra manera. Si estás en una iglesia donde literalmente no hay oportunidades para servir (¡y esta sería una iglesia muy poco común!), podría ser una buena razón para buscar una iglesia donde puedas servir.

6. No puedes someterte a los líderes.

Si te ves incapaz de someterte a la autoridad de los líderes designados por tu iglesia, y has intentado pero no logras resolver tus problemas con ellos, quizás sea hora de buscar otra iglesia. Los miembros que constantemente subvierten a los líderes, o que están en desacuerdo con ellos en todo, desde el estilo musical hasta los temas de predicación, no son feligreses felices ni serviciales.

7. La iglesia es homogénea y aislada.

Este es un problema común, ya que los seres humanos tienden naturalmente a agruparse en comunidades con ideas afines que, naturalmente, empiezan a mirar hacia dentro y a buscar su propio beneficio. Pero esto no es saludable para una iglesia. Si todos en tu iglesia tienen el mismo aspecto (misma etapa de la vida, mismo nivel socioeconómico, misma cultura, misma etnia, etc.) y si tu iglesia se siente más como una comunidad de club de campo que como una comunidad abierta y con misión, busca otra iglesia.

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